¿Cómo nace la idea de Apposito?

21 de abril, 2021

Apposito es una aplicación que busca ayudar al seguimiento de heridas complejas, creada por nosotros: Codeness. En este post intentaré contar del proceso que seguimos para darle forma a la idea inicial de nuestra aplicación.

El comienzo

En octubre del 2020, comenzamos con las ideas iniciales que finalmente nos llevarían a crear Apposito.

La primera decisión que tomamos fue que queríamos crear una aplicación o servicio en el área de la salud, para así aprovechar mis conocimientos como enfermera.

La segunda decisión fue acerca de los usuarios finales: ¿Queríamos crear algo para pacientes o algo para profesionales?

Optamos por la segunda opción, en primer lugar porque sentíamos que una gran manera de sacarle provecho a mi experiencia como enfermera, era justamente buscando algún “dolor” que yo misma hubiese tenido mientras ejercía la atención clínica. Y al mismo tiempo podía recurrir a mis “contactos” cuando necesitáramos gente que probara nuestra aplicación.

Como nuestra intención era partir con un producto pequeñito, la idea era utilizar todas las herramientas que tuviéramos a mano de forma eficiente y rápida.

Luego venía la siguiente gran pregunta…

¿De qué manera podemos ayudar a los profesionales?

Volviendo a la idea anterior, de querer sacarle el máximo provecho a mi experiencia, y porque no decirlo, una deuda personal, de querer hacer algo que nos ayudara a las enfermeras y enfermeros en particular, comenzó una lluvia de ideas, que terminó siendo una gran lista con un resumen de algunas de las funciones realizadas por las enfermeras y enfermeros tanto en el ámbito clínico, docencia y gestión (visto desde mi experiencia).

Uno de los muchos esquemas que hicimos para profundizar un poco la lluvia de ideas

Luego, tratamos de enfocar de qué manera podíamos impactar realmente a cualquier enfermero o enfermera que quisiera usar nuestra aplicación, sin importar si trabaja con fichas electrónicas o de papel.

Siempre trabajé en el servicio público y me consta que hay hospitales que con suerte tienen un computador “viejito” para todo el personal de la sala, así que para mí era súper relevante que lo que eligiéramos hacer, funcionara independiente del nivel de tecnología utilizado en cada servicio. Que pudiese trabajar de forma “aislada” si no hay otra opción, pero que al mismo tiempo pudiese interoperar si es que el desarrollo tecnológico de la institución lo permite.

Eso redujo bastante las ideas del momento, pero aún teníamos unas 3 o 4 alternativas que sonaban bien, y lo mejor de todo, que yo sentía que si las hubiese tenido cuando trabajaba en el hospital me habrían ayudado mucho.

Ahí también comente las ideas con algunas otras enfermeras, para saber si percibían las mismas necesidades que yo.

Heridas y curaciones

Una de estas opciones, era el tema de las heridas y curaciones, un área súper transversal, porque tiene su espacio tanto a nivel primario (CESFAM/consultorios) como a nivel terciario (hospitales), pasando por centros especializados específicamente en el tratamiento de las heridas.

Para las enfermeras en general las curaciones son un tema muy importante, ya sea si estamos hablando de curaciones avanzadas de heridas crónicas (como las heridas de pacientes diabéticos, las lesiones por presión, las úlceras varicosas, etc.) o de curaciones asociadas a dispositivos médicos, como por ejemplo las ostomías, o las curaciones de catéteres venosos centrales.

Desde que era estudiante de enfermería y tuve mi primera pasada práctica en un servicio de cirugía, que tengo grabado en la mente todo lo que tenía que evaluar de una herida al realizar una curación:

  • Estado de los apósitos retirados
  • Calidad/cantidad del exudado
  • Estado del lecho de la herida
  • Tipo y proporción de tejido
  • Tamaño
  • Profundidad
  • Y un largo etcétera…

Pero posteriormente cuando ejercía como profesional, pude ver como los registros muchas veces no reflejaban todo lo que se debía observar (esto se debe a muchos factores, entre ellos el tiempo y/o el espacio para realizar el registro de la curación).

¿Cómo podíamos solucionar el problema?

La respuesta inmediata que uno podría pensar es hacer un sistema de registro detallado, que solicite todos los puntos esenciales mencionados. Sé que hay fichas clínicas que se preocupan de estos detalles, “recordando” al profesional todo lo que debe evaluar.

Pero si volvemos al punto de los centros que aún manejan ficha de papel, pedir un registro detallado aparte del “oficial” que se realiza en la ficha clínica, solo aumentaría la carga del profesional (y debo contarles queridos lectores, que actualmente es muchísimo más común de lo pensado, que en la práctica clínica se tenga que repetir varias veces el mismo proceso de registro).

Y así, surgió la idea de hacer una aplicación que ayudara a realizar el seguimiento de heridas, pero centrada en imágenes, y de alguna manera fortalecer el “registro oficial” de la herida.

Evaluando las aplicaciones existentes

Una vez que la idea tenía más forma, comenzamos a ver las aplicaciones que intentaban solucionar el mismo problema.

Me encontré con distintas aplicaciones, algunas de pago y otras gratuitas. Un par apuntaban al seguimiento de heridas con imágenes, aunque las acompañaban con un registro más complejo con formularios gigantes. Eran pocas las aplicaciones centradas netamente en registro de fotografías.

También pregunté a enfermeras que tuvieran algo de experiencia con el tema de heridas, y al menos ellas no conocían algo que funcionara como lo que yo imaginaba.

Por todo esto, pensé que sería una buena idea continuar con la idea. El hecho de que existieran aplicaciones intentando solucionar el mismo problema, con cantidad decente de descargas y algunas ya cobrando, pese a detalles de usabilidad y comunicación, fue alentador.

Usos prácticos

Mi premisa central para darle valor al uso de fotos está basada en que el recuerdo del estado de la herida es algo subjetivo.

Es muy probable que al momento de ir a registrar la curación realizada, el recuerdo de lo observado ya no sea tan detallado, y mientras más demoramos en realizar ese registro, menos objetiva es nuestra imagen mental.

De manera personal yo pensé principalmente en algunas situaciones en las que una aplicación de seguimiento de heridas me hubiese servido:

Heridas crónicas: Fui interna de un servicio de cirugía de adultos, por lo que gran parte de mi día consistía en realizar curaciones a pacientes con heridas crónicas complicadas que se hospitalizaban para aseos quirúrgicos.

En este caso, si bien uno intentaba realizar un registro lo más completo posible, el evaluar si una herida iba mejorando o empeorando, muchas veces quedaba a criterio de la memoria.

Curación de catéter venoso central: Trabajé un par de años en una sala de Trasplante de Médula, por las características del tratamiento y evolución de los pacientes, desde el momento en que ingresaban se les instalaba un catéter venoso central, que habitualmente permanecía por toda su hospitalización, la que podía durar en promedio unos 30 días.

Además de la importancia que ya tiene el manejo de dispositivos invasivos, en el caso de estos pacientes había riesgos agregados: pasaban por períodos de neutropenía severa (baja de defensas) que los hacía más susceptibles a infecciones. Adicionalmente, a causa de algunos medicamentos su piel se volvía muy sensible, por lo que el retiro constante de los parches que cubren el catéter también generaba lesiones. Todo esto hacía que la curación realizada y la evolución de todo el sitio que rodeaba al catéter fuese de importante seguimiento.

Me hubiese sido muy útil para el seguimiento diario del que tenía que generar reportes, haber tenido un respaldo de imágenes que hiciera objetiva la evolución.

Alta rotación de profesionales: Un punto que a veces dificulta el seguimiento de la evolución de una herida es la rotación de diferentes enfermeras y enfermeros curando al mismo paciente, esto sucede por diferentes factores como los turnos rotativos y la alta tasa de reemplazos. Situación en la que también me parece hubiese sido buena idea tener un registro visual compartido entre todos los profesionales a cargo del paciente.

A estos ejemplos intrahospitalarios también puedo agregar contextos como: los policlínicos de curaciones, los programas de atención domiciliaria, instituciones dedicadas a la investigación o a la formación.

Fotografía de la sala de un hospital en la que trabajé

Siguientes pasos

Ya con la decisión tomada y los primeros lineamientos en mente, se venía la parte más técnica: decidir qué tecnologías utilizar y cuáles serían las características que tendría nuestra primera versión.

Nicolás escribió sobre esto en el post “Creando Apposito”.



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